Las calles y sus carteles, los comerciantes y sus anuncios. En estos tiempos de chat, sms, mail y fast food, detenerse un segundo a revisar la ortografía puede ser vital. Una muestra de lo que puede resultar cuando se combina el mal gusto y la educación de primer grado. Lejos, el bar "El Reventón" de la ciudad de Diamante se lleva todos los lares.
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